A la carga
Debido al enfoque mundial en el establecimiento y la consecución de objetivos medioambientales, la Unión Europea está contemplando la prohibición de nuevos automóviles de gasolina y diésel para 20251, lo que sin duda conducirá a un cambio radical en las estaciones de servicio. Las gasolineras se enfrentarán al reto de seguir prestando servicio a los actuales vehículos que funcionan con combustibles fósiles, además de tomar medidas para proporcionar alimentación al creciente número de vehículos eléctricos e híbridos que los están sustituyendo gradualmente. Dado que los vehículos eléctricos tardan más en "repostar" que los coches de gasolina y diésel, las gasolineras tradicionales pueden tener problemas de espacio, lo que puede suponer un considerable vacío en el mercado para más gasolineras, además de una mayor competencia por conseguir la fidelidad de los clientes.
Las expectativas de los conductores pasarán de la comodidad a una mejor experiencia del cliente mientras esperan a que sus vehículos se carguen, y las estaciones de servicio tendrán que dar un paso adelante para permitirlo. Desde restaurantes y zonas de entretenimiento hasta gimnasios e incluso puestos de oficina, es probable que los clientes esperen una variedad de opciones que les ayuden a pasar el tiempo.
El cambio de todo el modelo de negocio de las gasolineras puede generar muchos retos imprevistos. Aquellas que estén preparadas y sean capaces de adaptarse a las cambiantes expectativas de forma rápida y eficaz serán las que se sitúen en primera línea cuando el sector se densifique inevitablemente.